Desde CIPLA deseamos trasmitir la preocupación que se debe tener por mantener en buen estado los reductores de velocidad (lomos de Burro) en nuestra ciudad y comunidades vecinas.

Es bien sabido que la velocidad inapropiada es el factor más importante que contribuye al grave problema de las lesiones en la vía pública por siniestros viales. Así decimos que el control de velocidad es un enfoque pasivo que induce a los conductores a adoptar velocidades pautadas que brindan movilidad sin comprometer la seguridad. Los reductores de velocidad o lomadas, al igual que los “badenes” o “serruchos o vibradores”, integran desde hace tiempo uno de los recursos para prevenir el riesgo de que los usuarios de la vía pública sufran lesiones por exceso de velocidad. La Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449 no reconoce los lomos de burro.

No hay legislación alguna a nivel país que regule su colocación. De tal manera que los expertos en seguridad vial explican que, en caso de instalar lomos de burro como reductores de velocidad, los municipios deberían pintarlos con un color distinto al de la cinta asfáltica,con pintura refractaria en lo posible, y señalizarlos con carteles fijos y lumínicos; desde CIPLA creemos muy importante mantenerlo en buenas condiciones el tiempo que el mismo integre los recursos para reducir el exceso de velocidad. Su deterioro o falta de adecuada señalización, es una causa de eventos con lesiones, algo que justamente quisiéramos evitar. Agradecemos la difusión de este comunicado