Image
Image

Specials Menu

Meal

Caso Jonathan Romo: ponen el “freno de mano” a una acusación contra policías por matar

Fuente: La Voz -  lunes, 15 de mayo de 2023

 

Un juez dictó la falta de mérito contra seis uniformados involucrados en la muerte de un detenido en La Falda. Un fiscal los acusaba por homicidio calificado y los había mandado a juicio. Ordenan investigar más. El caso provocó un sismo en la Policía.

Image

No está claro que los policías lo hayan matado de manera intencional, mientras lo detenían. No está probada la acción homicida criminal. Hay que profundizar la investigación, tomar más testimonios, convocar a más forenses y recabar más elementos de prueba.

Esto permitirá mantener la acusación o, eventualmente, bajarla a un hecho culposo (negligencia, impericia) o, en caso contrario, sobreseer a los acusados. Y a otra cosa.

Eso es, en síntesis, lo que resolvió en las últimas horas el juez de Control de Cosquín, Ramiro Núñez, al decretar la falta de mérito para seis policías involucrados en la causa de Jonathan Oscar Romo (31), el muchacho que en julio de 2022 murió tras ser detenido en la ciudad de La Falda, en el valle de Punilla.

El hombre había sufrido una profunda crisis producto de un ataque vinculado a su adicción a las drogas en plena calle y fue blanco de un violento operativo de uniformados.

Ya en la comisaría perdió la vida.

 

A fines del año pasado, el fiscal Raúl Ramírez había mandado a juicio a cuatro policías por el delito de homicidio calificado por abuso funcional, al tiempo que había pedido el juzgamiento de otros dos por encubrimiento agravado.

Las mayorías de las defensas apelaron esa resolución y el caso fue a parar al Juzgado de Control.

Ahora, el magistrado no ratificó la elevación a juicio y devolvió todo a la fiscalía para profundizar la pesquisa. Le puso un freno de mano a la causa.

El juez entiende que no hay elementos suficientes para mantener las imputaciones o bien para dictar el sobreseimiento final. Remarcó que la pesquisa debe ser profundizada.

El fiscal tomó nota.

Cuando sucedió todo, el caso Jonathan Romo provocó un sismo dentro de la Policía de Córdoba.

Tanto así fue que se dispusieron varias purgas de cargos jerárquicos por no haberse enseñado el protocolo de actuación para personas que sufren crisis psiquiátricas.

Incluso fue echado el por entonces jefe de Recursos Humanos de la fuerza, Julio Faría. Tras su apartamiento, el comisario cargó duro contra el por entonces ministro de Seguridad Alfonso Mosquera y contra la actual jefa de Policía, Liliana Zárate Belletti.

El comisario cuestionó la capacitación que se brinda a los policías.

Faría fue propuesto como jefe policial por Luis Juez si llega ser gobernador a fin de año.

Image

CRISIS PSIQUIÁTRICA, DETENCIÓN Y MUERTE

Todo sucedió el pasado domingo 10 de julio de 2022 en La Falda.

 

Eran casi las 16 cuando una comerciante llamó a la comisaría para alertar que Jonathan Oscar Romo, un conocido vecino con problemas de adicción, había entrado a su despensa en estado de exaltación, según dijo.

 

Adujo la mujer que el muchacho balbuceaba incoherencias y que había comenzado a provocar daños.

 

El joven fue echado del local y, ya en la calle, su estado se agravó.

 

Fue en ese momento que arribaron policías en patrulleros.

 

Según el fiscal Raúl Ramírez, haciendo “un uso arbitrario” de las funciones, comenzaron a forcejear con Romo hasta aprisionarlo boca abajo, en el suelo, mientras le ponían las rodillas encima.

 

En ese momento, le pusieron los brazos hacia atrás y lo esposaron. Otros policías, en tanto, se sumaron a la detención. Hubo golpes en zonas que afectaban la respiración.

 

Para el funcionario, fueron maniobras “inadecuadas, exageradas y violatorias” a los derechos humanos.

 

Ya reducido, el muchacho fue trasladado en un patrullero a la comisaría local y no a un centro de salud.

 

En la parte trasera de la dependencia (lejos de las miradas de eventuales testigos), los policías comenzaron a gritarle “tranquilizate, quedate quieto, cortala, quédate quieto”.

 

De acuerdo a la fiscalía, mientras el detenido se encontraba en absoluto estado de “indefensión” -reducido con sus brazos hacia atrás, con las esposas puestas y en estado de crisis y exaltación- hubo más golpes.

 

Para el fiscal los uniformados tuvieron la “intención de quitarle la vida y le asestaron golpes al aprehendido en zonas que afectaban su capacidad respiratoria”.

 

Acto seguido, lo llevaron a la sala de requisa donde lo pusieron boca abajo en el suelo.

Sin sacarle las esposas, continuaron propinándole cachetazos y golpes. El muchacho gritaba: “¡Basta no me peguen más!. Dejenme c…”.

 

Un uniformado le sacó una zapatillas y se la puso debajo de la cabeza para que no se golpee.

En ese momento, Romo comenzó a respirar con más dificultad y murió.

Cuando se llamó a la ambulancia, ya era demasiado tarde.

En el libro de guardia no se asentó lo que había ocurrido, según el fiscal.

Image

ASFIXIA MECÁNICA

La autopsia determinó que Jonathan murió por asfixia mecánica. Una forense determinó que había “nexo de causalidad” ininterrumpida por parte de los acusados y la muerte de la víctima.

 

La fiscalía no trabajó con policías para el esclarecimiento de este caso.

 

Por el contrario, convocó a pesquisas de la Policía Judicial.

 

Tras analizar todas las pruebas, estudios y testimonios, el fiscal Ramírez mandó a juicio por homicidio calificado por abuso funcional, y como supuestos coautores, a los policías: Miguel Ángel Aguilera, Hernán Ezequiel Suárez Guevara, Juan Pablo Zunino y Walter Darío Geri.

 

En paralelo, había resuelto que el subcomisario Pablo Antonio Zárate y el agente Lucas Emanuel Giménez respondieran por encubrimiento agravado. Los acusó de no haber denunciado lo que había sucedido ni haber hecho constar en el libro de guardia lo ocurrido.

 

Al ser indagados, todos los uniformados negaron los cargos y brindaron sus posiciones exculpatorias.

 

Algunos fueron más allá: negaron haber tenido conocimiento del protocolo existente (o haber sido capacitados) sobre cómo tratar a una persona que sufre una crisis psiquiátrica.

 

Hay un WhatsApp hallado en la pesquisa que encendió alertas en la fiscalía. Es de un policía que le escribe a su esposa.

 

“Hola amor me voy a la comisión de un ‘saro’ que es un h... de re mil p... que nos tiene… siempre que lo controlamos que lo vamos a meter preso, nos hace renegar, nos cagamos a trompada (sic), nos hace renegar el c... ese eh… te llamo en un ratito. ¿Sí? Te amo mucho”, dice el mensaje.

Image

APELACIONES DE LAS DEFENSAS

En febrero pasado, la mayoría de los defensores se opuso a las acusaciones y a la elevación a juicio.

 

Cabe señalar que, si bien en un primer momento, hubo detenciones, posteriormente los policías fueron liberados de a uno.

 

Los abogados y Eduardo Rodríguez Aramburu y Pedro Despouy Santoro presentaron prueba y argumentos de que Romo había fallecido producto de problemas de salud preexistentes y no por la acción de los uniformados.

 

Los letrados remarcaron que los policías deberían ser sobreseídos o, en su defecto, ser acusados por homicidio culposo (por negligencia) y no por una figura intencional.

 

Indicaron que la acusación no era precisa y que no estaba probado el dolo o la acción intencional de matar.

 

DOLO O CULPA, LA DISCUSIÓN DE FONDO

Tras analizar las presentaciones de los defensores y la réplica del fiscal, el juez de Control dispuso la falta de mérito de los seis policías y dispuso que la investigación profundizarse.

 

El magistrado entiende que no está clara la supuesta intención dolosa (intencional) de los uniformados y solicitó profundizar toda la pesquisa.

 

Se recomendó tomar más testimonios, convocar a forenses e ir a fondo en la causa para llegar a la verdad.

× Progressive Web App | Add to Homescreen

Para instalar esta Web App en su iPhone/iPad presione el ícono. Progressive Web App | Share Button Y luego Agregar a la pantalla de inicio.

Desconectado