La Falda. La Fiscalía de Instrucción de Cosquín, a cargo de Martín Bertone, imputó al titular de una empresa de sepelios y servicios fúnebres de La Falda por el presunto delito de “estafa”. El caso se investiga tras una denuncia por la supuesta entrega a una familia de restos cremados de una mujer que en realidad correspondían a otra.

El imputado es José Cavallo, dueño de la funeraria. La Voz intentó obtener su versión: consultada la empresa, se indicó que el propietario no estaba presente. No fue posible contactarlo hasta ahora.

El hecho ocurrió el domingo 16 de octubre –Día de la Madre– en el que a las 6 falleció en una clínica de la ciudad María del Carmen Díaz (76).

Fernando Gabriel Alessandro, uno de sus hijos, contó a La Voz: "Mi madre nos había manifestado su voluntad de ser cremada y que sus cenizas, junto con las de mis abuelos, sean arrojadas en la capilla de la Virgen de la Cañada, en Villa Giardino".

El hombre contó que fue a buscar las cenizas en horas de la tarde de ese mismo domingo. "Cumplimos la voluntad de mi madre y las esparcimos, pero algo me dio desconfianza”, dijo el denunciante, que es policía y trabaja en la ciudad de Córdoba.

Al día posterior, siguiendo su intuición, se dirigió al Registro Civil, donde se le informó que el día domingo no se había cursado ningún acta de defunción (documento imprescindible para una cremación). Pero sí se le confirmó que ese día lunes había sido expedida la de su madre, a pedido de la empresa de sepelios.

Con la sospecha de alguna anomalía en danza, Alessandro se comunicó el lunes con el crematorio de Toledo, desde donde le informaron que en esos momentos finalizaba la cremación de su madre.

Poco después se trasladó a esa localidad y recogió personalmente las verdaderas cenizas de su madre, con la congoja de su pérdida y ya la certeza que las primeras cenizas que le entregaron el día anterior no eran las reales.

Nuevamente, con su familia, las esparció en cercanías de la capilla de Villa Giardino. Poco después se presentó en la Unidad Judicial de La Falda y presentó la denuncia.

Una pregunta adicional que la investigación deberá determinar es a quién pertenecían las cenizas que se habían entregado el domingo.

Controles sobre el servicio de cremaciones

En los ultimos años, se ha generado una masividad en el deseo de cremación de cuerpos de los difuntos por sobre la de depositarlos en los cementerios.

Para cualquiera de nosotros, los interrogantes que surgen luego de escuchar el testimonio del denunciante son estremecedores, pero presupongo que mucho mas impactantes para quienes hayan utilizado un servicio de cremación en esa misma empresa.

El solo hecho de que esta denuncia casual, pueda delatar o generar presunciones sobre irregularidades en los servicios fúnebres, genera un compromiso de las autóridades públicas tanto de investigar profusamente a este prestador en particular. como acrecentar los controles y apuntalar juridicamente los protocolos y procedimientos de otras empresas del rubro.

Un hecho que siembra dudas que calan los mas sensibles sentimientos de familiares de la zona, que como Fernando y sus hermanos creyeron en la ética y gestión de un servicio que se supone convive y respeta códigos básicos del ser humano.

En ese punto, nos preguntamos:¿que hubiera sucedido si Fernando no advertía la irregularidad denunciada? Las respuestas saldrán a la luz, solo con una investigación a fondo, y que implique un verdadero cruce de datos, entre los servicios vendidos por esta empresa faldense y la cantidad de servicios contratados en los crematorios habilitados y constatados con documentación certificada.

De todos modos, y mas allá del credo que profesen los lectores de esta noticia, la condena moral ante la confirmación de los hechos denunciados, no encaja en perfecto castellano con ninguno de los tiempos verbales del verbo perdonar.

Nota periodistica con un familiar denunciante